El método y la meta

Ayer, tuve el placer de dar una clase en una Jornada de Bienestar y Salud, en Dénia.  Habían unos 20 personas.  Entre ellos, algunos novatos, y algunos que ya practican hatha yoga.
Es curioso como los que ya practican yoga piden casi siempre clases y posturas avanzadas.  De un lado, lo puedo entender, este deseo de reproducir las posturas tipo espaghettis que nos venden en las revistas de yoga. En un momento dado, yo también tenía muchas ganas de hacer el Escorpión.  Incluso, me caí de cabeza intentando bajarme las piernas desde sirshasana (el escorpión no se toma desde sirshasana…pero como era bastante neofita y sin profe, bueno…)
Pero luego, encontré el Viniyoga y, estudiando con asiduidad, llegué a entender que las posturas no son el fin de la práctica del yoga.  El fin es tranquilizarnos la mente para encontrar la felicidad.
La posturas forman parte de método del yoga.  La paz mental es la meta. Importante no confundir el método por la meta.
En Yoga Sutras Libro II, el sábio Patanjali describe el camino del yoga.  Consiste en ocho partes, ó miembros.  Las primeras cinco – yama, niyama, âsana, pranayâma y pratyahara – son el método.  Es la receta para preparar la mente para la medtación.  El sabio cierre el segundo libro con pratyahara, el retiro de los sentidos.  Parafraseando, Patanjali dice:

Bueno, alumnos, ahora que, a través de nuestros buen comportamientos hacia los demás y hacía nosotros mismos (yama, niyama), a través de la práctica contínua y al largo plazo de las posturas y respiraciones (âsana, pranayama), habeis llegado al momento para sentaros, retirar vuestra atención del entorno (pratyahara) y contemplar.

Patanjali continua en Yoga Sutras Libro III describiendo el camino del yogi. Ahora, abordamos la contemplación meditativa.  Dharana, dhyana, samadhi….concentración, meditación, liberación.  Estos tres son la meta del yoga,  Tambíen forman parte del camino, pero son realmente los frutos de la práctica.  Repito:  importante no confundir le método por la meta.


¿Y, de estos que te demandan las posturas avanzadas? Bueno, en el contexto de una clase general y grupal, no las vamos a abordar.  Y punto.  Iguál en una clase avanzada ó MasterClass se podría trabajar equilibrios avanzados.  Con la preparación y actitud adecuadas son perfectamente asequibles.
Pero,¿como una profe puede satisfacer a la necesidad de esa gente de profundizar en su práctica?  Porque, en su esencia, cuando te piden posturas avanzadas, lo que realmente te estan pidiendo es profundizar en su práctica.  “He llegado a tal punto, me encuentro bien, por donde voy ahora?”  Puede ser impaciencia (ojo!).  Pero, puede ser la sed de él que busque pidiendo limosna.  “Por favor, enseñame el camino que me lleva desde la miseria hacía la paz”, te imploran.
El Viniyoga dispone de muchas herramientas para esa gente. Nosotros los viniyoguis abordamos la respiración con una lucidez y coherencia que no se encuentra en otros lineajes (admito que no conzco de primera mano el método Iyengar.  Lo aprecio como un método muy sano y coherente.  Igual allí también dan a la respiración la importancia que merezca…).  Las técnicas respiratorias son nuestras semillas.  Vamos plantando semillas en las cabezas de estos yoguis sedientos.  De que colores serán sus flores?
Como profes de Viniyoga, sabemos muy bien poner pautas respiratorias a posturas sencillas, dandolas el enfoque mental completo y absorbiente tán característico de una buena práctica de hatha yoga.  Pausas (krama), retenciones (kumbhaka), y ritmos.  Bandhas (cierres musculares), mudras (apretones), dristi (la mirada) y bhavana (enfoques mentales).  Todas estas cosas aportan una dmiensión energética a la práctica, saciando a la más hambriente mente.  Cuando las inquietudes mentales se suavizan, entonces, el alumno está prácticando yoga de verdad.  Hemos relizado la meta, empleando las herramientas del método.
Sencillo, ¿no?
The guru is in you.  Let us yog.